La capacidad de ponernos de acuerdo

O QUE MÁS DESTACA DE LA JORNADA DE AYER, ES VER QUE ESA CAPACIDAD DE LLEGAR A ACUERDO, NO ESTABA MUERTA. DEPENDE DE TODOS NOSOTROS, CONSEGUIR QUE SIGA VIVA.

Contundente fue la victoria del Apruebo en la jornada de ayer. Caras de alegría, esperanza y festejo. Una minoría, atemorizada y perpleja. Casi 80/20; ni los más optimistas defensores del Apruebo esperaban esas cifras. ¿Qué nos dice esto? No sólo que un porcentaje importante está por generar un cambio y construir, en conjunto, las nuevas bases de nuestro país. Pienso que lo que más destaca de lo visto ayer, es la grata sorpresa de que existe, al fín, un ámbito en que la gran mayoría de los chilenos ha logrado llegar a acuerdo, capacidad que teníamos ya olvidada. Visto de esta manera, podemos preguntarnos si es que las cosas estaban efectivamente tan divididas como se pensaba. Si existen realmente dos bandos opuestos que no logran conversar. Y a pesar de que sí, se ve en los partidos políticos todos los días esa incapacidad de dialogar y generar consensos, ayer los ciudadanos de este país dieron un gran ejemplo de voluntad cívica, de democracia y de unas enormes ganas de participar y aportar.

Ahora toca trabajar para que la opción elegida por la mayoría, sea ejecutada de la mejor manera. Sin vicios, sin trampas, sin egoísmos, como muchas veces hemos visto hacer en política. La buena noticia, es que podemos participar. Así es que ya no podemos seguir hablando de política como si fuéramos clientes. Porque no somos clientes, somos actores. Por lo tanto, no se trata de votar apruebo para que las cosas se arreglen, porque no se arreglan solas. Se trata de construir día a día, al conversar con otros, al relacionarnos, al ir al trabajo, una sociedad más sana, justa y transversal. Yo, personalmente, intentaba hacerlo siempre, antes del plebiscito. Hoy, me despierto con más ganas, a trabajar por un Chile mejor.